Los chicos de tercer año A y B del instituto escribieron sus
biografías como lectores. Durante varios días, en la escuela y en casa,
escribieron y reescribieron sus relatos tratando de encontrar en algún lugar de
la memoria la voz de un abuelo, una mamá, un
maestro o un hermano contador de
historias. Así, salieron adormecidos los nombres de los cuentos y las novelas
que poblaron su infancia. Todos tuvieron
una historia para compartir.
Catalina Vieti, de Tercer año A, nos comparte su hermosa
experiencia como lectora